De qué va a ir esto

La verdad es que no sé cómo empezar, ha sido mucho tiempo en el dique seco y he perdido la costumbre de escribir. Escribir es una habilidad entrenable (aunque como pasa con el fútbol hay una parte de talento, de duende o de age, como dicen los flamencos, que se tiene o no se tiene) y si no se ejerce en un tiempo el músculo de la escritura se atrofia. El miedo al folio en blanco  impide que la prosa fluya, especialmente el pensamiento de si lo que uno va a decir no lo ha dicho ya alguien antes. Ése era el miedo que más me paralizaba cuando publicaba con cierta frecuencia. El ansia por ser riguroso, por documentar mis afirmaciones con referencias, por guardar una lógica, y conseguir a la vez que el escrito se leyera de forma fluida, con un estilo amigable para el lector, acabaron convirtiendo la publicación de artículos en algo agotador. A pesar de que llegué a cobrar por escribir, alcancé un punto en que no me compensaba el esfuerzo. El día que calculé el ingreso por hora resultó que estaba muy cercano al salario mínimo.

Pero he empezado diciendo que no sabía por dónde empezar y justo he reparado que en el primer párrafo doy por sentado que la gente me conoce. Me imagino que habrá mucho lector nuevo que se preguntará que quién es el pavo éste que escribe como si fuera una vieja estrella de vuelta al ruedo de los blogs. Para éstos, decir que empecé escribiendo porque en plena crisis de 2007-2013 (así de larga fue en España) hubo un momento en que pensé que un blog sería una manera de demostrarle al mundo que, profesionalmente, tenía mucho amor que dar. Como veía difícil que el blog consiguiera tracción por sí sólo, opté por empezar a publicarlo en una red social para inversores con el objetivo de tener una audiencia afín. Así fue como empecé a escribir en Unience (ahora Finect), lugar donde, aparte de conocer a Arturo y a Marcos, logré la suficiente exposición como para escribir en sitios más preminentes (y que me pagaran por el esfuerzo). 

Digamos que, si bien desde el punto de vista económico la iniciativa tuvo éxito, desde el punto de vista de seguidores en las redes sociales (que es lo que a uno le alimenta el ego) no pasé de reunir a un puñado de fieles. Ahora veo cuentas de “finanzas” en twitter que haciendo mucho menos de lo que yo hacía entonces han conseguido muchísimo más si utilizamos ese parámetro como indicador del éxito. Lo cual me lleva a pensar que, como cuando uno no liga, el problema lo tiene uno y no los demás. Así que con este blog que comienzo ahora voy a emplear un nuevo approach, a ver si esta vez funciona. En vez de desperdiciar mis conocimientos técnicos (que bien caro me ha costado adquirir) y mi escaso tiempo en sacar un producto de calidad que pocos compran, a pesar de ser gratuito, me voy a adaptar al tipo de inanidades que el mercado pide.

A partir de ahora escribiré solamente lo que se me ocurra sobre diversos temas, que no necesariamente tienen que ser relacionados con la inversión. Entre otras cosas, porque en máximos históricos, en un mercado clarísimamente desacoplado de la realidad que nos rodea, lo último que me apetece es invertir o andar buscando oportunidades donde pegármela o hacer que otros se la peguen. Con la edad me he ido volviendo más cagón y valoro más la tranquilidad de tener dinerito a mano por si vienen mal dadas, además que el FOMO me la trae al pairo, no me quitan nada de mi cuenta por esas magníficas rentabilidades que leo en twitter que saca la gente. Al igual que Buffett cuando disolvió su partnership y se tiró un par de años esperando a ver si surgían oportunidades, aquí estaré yo pasando el tiempo.  

A cada uno de los artículos no pienso dedicarle más de una hora y no voy a poner enlaces ni a noticias, ni a papers, ni a documentos de research. No tengo en mente ninguna extensión, ni máxima ni mínima para las publicaciones. Lo que sí pienso es intentar escribir con frecuencia, para darle cierta continuidad al feed. Valga este manifiesto para fijar las expectativas del lector. Hablaré en plan cuñado (tongue in cheek, como dicen los americanos) aunque al tratarse de un cuñado con mayor formación que la media, una experiencia profesional y vital variopinta, y consciente de que pontifica desde la cuñadez, seguramente le saldrán artículos bastante potables (o al menos eso espero). 

Partiendo de estas premisas el blog no podía llamarse de otra forma que no fuera “Reflexiones Aleatorias”. Título que hace referencia a dos temas que me parecen fundamentales para conducirse en este valle de lágrimas al que fuimos arrojados: el pensamiento profundo que conduce al conocimiento y el estudio de los designios de la volátil fortuna. Estos serán los ejes fundamentales del blog, que sinceramente espero que les guste.

Comentarios Destacados

  1. Me alegro de poder degustar sus reflexiones, con su capacidad de poner el dedo en la llaga y darse cuenta, a veces, de cosas que otros necesitamos bastante más esfuerzo para empezar a saber como abordar.

    Para empezar me ha gustado su aproximación de lo más cínica al éxito. Tal vez la que más fácilmente logra evitar el exceso de carga emocional que suele tener cualquier pretendido análisis del mismo.

    No obstante no puedo resistirme a recordar la perspectiva temporal sobre lo que realmente es capaz de aportar valor a largo plazo a quien lo lee de aquello que no. Leer alguno de sus artículos pasados de hace ya unos cuantos años nos recuerda lo bien que se releen como si estuvieran escritos hace pocos meses, aunque la situación pueda haber cambiado, mientras la mayoría de cualquier otro que uno pudiera escoger al azar de épocas parecidas, nos aparecen a posteriori claramente como simple ruido.

  2. Muy interesante su actitud actual frente a los mercados. Tengo entendido que no se trata de la primera vez que se toma un respiro mas o menos largo de estar invertido en bolsa. Quizás sería interesante saber en que otros periodos se ha salido y las razones que lo motivaron.

  3. No voy a aportar nada nuevo pues creo que todo el mundo sabe ya a estas alturas que me declaro fan de su manera de escribir, siendo capaz de alternar crudeza con objetividad de una manera al alcance de muy pocos, @CharlesLogan .

    Siempre he pensado que es una pena que se conozca poco a gente con tanto talento, pues usted lleva ya muchos kilómetros y vivencias profesionales y personales a sus espaldas. Creo firmemente que hoy es el primer paso de una nueva aventura.

    Esperaré sus textos con ganas, pues si el tiempo se lo permite, tiene mucho y muy bueno por compartir. Ya lo creo que lo tiene.

  4. Muchas gracias @agenjordi. En esa época pasaba una cantidad ingente de tiempo procesando información y analizando. Eran documentos muy currados que hoy no estoy en disposición de hacer aunque quisiera. Pero ya he visto que hoy día tienen éxito otro tipo de contenidos y para qué me voy a molestar…

  5. Pues leyéndole, CharlesLogan, le he tomado la medida, Ud. peca de modestia y lo sabe.

    Si mi cuñado escribiera como escribe Ud. no tendría la opinión que tengo de él, ya le gustaría poder hacerlo y a un servidor también. En mi defensa le señalo que el término “aporrear el teclado” lo inventé yo, técnica que aplico a todas mis interesantes aportaciones.

    Para que vea que mi ojo de águila inversora descubre con rapidez en que valores invertir, le apuesto cien a uno a su favor, no quiero arruinarle, que disfrutaré más en el futuro leyéndole a Ud. que oyendo a mi cuñado, en su eterno cuento increíble que un chuletón de buey, lea bien, chuletón de buey, se pueden comer en muchos sitios y no pagar por ello más de diez euros. Y dicho esto, se bebe mi vino, me importa, pero poco, comparado con lo que me ha costado cada chuletón, soy el que financia la cena familiar de fin de año.

    Si apuesta un euro o lo que se le antoje, veremos su ojo de águila inversora. Que sepa que cubro con suficiencia cualquier importe que imagine, perderá, no lo dude.

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