Criptodivisas y especulación minorista

¿Son las criptodivisas una burbuja? La respuesta dependerá de quién responda. Para un inversor tradicional, la ausencia de flujos de caja hace que el valor de estos activos quede relegado a lo que otros estén dispuestos a pagar por ellos. Para un seguidor de tendencias lo capital consiste en identificar una dinámica de precios alcista. De existir, su pragmático modo de proceder le impelerá a, parafraseando al antiguo CEO de Citigroup Chuck Prince, “bailar hasta que la música pare”[i]. Para una buena parte de los economistas que componen la corriente popular, la mera insinuación de que una de estas criptodivisas aspire a alcanzar un trato de homólogo con respecto a divisas como el dólar les resultará la más abyecta de las aberraciones y de ello deberá desprenderse que el valor de toda criptomoneda sea cero. En cambio, para algunos economistas alejados de ese mainstream, las criptodivisas son el oro digital del siglo XXI, capaz de capitalizar un descrédito con tanto ahínco granjeado por los bancos centrales, en una función esta que muchos de ellos en su día reservaron para “el más noble entre los metales.”

Sea como fuere, uno comienza a vislumbrar como ciertos rasgos prototípicos de anteriores episodios de especulación se proyectan sobre estos activos de nuevo cuño. Algunos de estos rasgos son los siguientes:

  • Exceso de liquidez en el sistema: Los ímprobos esfuerzos por parte de los bancos centrales durante la última década por fomentar el crecimiento económico a través de una política monetaria extraordinariamente laxa han creado un entorno de represión financiera (bajos tipos de interés reales o incluso negativos) que ha favorecido la apreciación de algunos activos reales como las criptodivisas.
  • Aumento del uso de apalancamiento: El creciente uso de cuentas de margen y el acceso a derivados como formas de negociación permite aumentar la exposición al subyacente.
  • Aumento de la especulación minorista: Según la revista Traders la actividad del trading minorista en EE. UU. se ha duplicado durante el pasado año 2020 gracias a la combinación del trabajo en remoto, los cheques de ayuda gubernamentales y al creciente proceso de ‘gamificación’ de la inversión a través de aplicaciones de inversión como Robinhood y similares. Un resumen sobre este tipo de comportamientos puede disfrutarse en la edición comentada por Jason Zweig del libro El Inversor Inteligente de Benjamin Graham. En concreto, en la página 55 de la edición traducida al castellano por la editorial Deusto, el lector encontrará el apartado titulado “El videojuego financiero” que le sorprenderá por ciertos paralelismos con la situación actual.
  • Aumento del volumen y de la rotación: En buena medida producto del incremento del comportamiento especulador anteriormente comentado.
  • Aumento de nuevas emisiones de criptodivisas: Durante periodos de fuerte apreciación de un activo, las emisiones de activos similares tienden a dispararse gracias a que el emisor encuentra demanda abundante a la que colocar dichas emisiones a precios ventajosos para sus intereses. Es el caso de las salidas a bolsa y también el de las criptomonedas. Gracias a los extraordinarios incrementos en el precio durante los últimos años, se ha pasado de las cerca de 1.300 criptomonedas en abril de 2018 a las 5.392 que según el portal de finanzas de Yahoo! existían dos años más tarde. Como referencia, en el mundo existen unas 180 divisas oficiales.

Recuerde que, de vez en cuando y durante determinados momentos del ciclo, suele producirse un cambio de polaridad en el que lo prudente parece estúpido y lo arriesgado suena coherente. A cada cual le corresponderá valorar en su justa medida el calado de las ‘sombras’ aquí expuestas entre tanta luz arrojada por los mercados para con el incipiente mundo de las criptodivisas.


[i]  “When the music stops, in term of liquidity, things will be complicated, but as long as the music is playing, you´ve got to get up and dance.”

Comentarios Destacados

  1. Muchas gracias por su análisis @Ruben1985. Lúcido y claro, <<quien tenga oidos, oiga>>.

    Supongo que lo que habría que saber es cuales 30 de las neo-divisas nos tocan a los usuarios del euro: 5400/180=30. ¿serán 2 y pico por autonomía?.
    :laughing:

  2. Muy buen artículo, como siempre. Que haya 5.392 criptodivisas a mí me parece un chiste.

    Por otra parte, ¿cuál es su opinión respecto planteada al inicio? ¿Son las criptodivisas una burbuja o no? ¿Qué piensa de su virtualidad como medio de pago y/o reserva de valor? ¿Se alinea con la postura escéptica dominante entre los economistas?

    Muchas gracias y saludos cordiales,

  3. Un placer poder degustar sus deliciosos escritos, que contienen ese punto de calma y visión sosegada tan imprescindible en según que momentos.

    Me parece brillante esta reflexión. Es evidente que para que en el pasado se hayan tomado según que decisiones en según que momentos, se ha hecho desde una perspectiva del riesgo que poco tenía que ver con la que podemos tener nosotros una vez analizamos a posteriori dicho episodio.

    Creo que en España tenemos un gran ejemplo de ello con el caso de Fórum Filatélico y la inversión en sellos. Poco tendrá que ver el análisis del riesgo a posteriori de que estallara todo con el que podía hacer, antes de ello, alguien que llevara allí dentro 5 o 10 años sin volatilidad

  4. Gran texto. Para mí, un canto de sirena ensordecedor. Tanto los argumentos a favor como en contra me suelen convencer. Me temo que soy de los estúpidos.

  5. Que gran texto, @Ruben1985. Una delicia leerle, como siempre. Prodigese más por el foro, si su tiempo lo permite.
    La codicia existe desde que el hombre es hombre.
    Ayer tuve un pequeño debate con un compañero de trabajo, muy aficionado últimamente al mundo de las criptomonedas, particularmente del Bitcoin. Siempre me ha resultado curiosa la argumentación de su escasez frente a la moneda tradicional para justificar la burbuja especulativa en la que se encuentra.
    Personalmente me mantengo alejado de las criptomonedas. Uno de mis grandes errores de inversión fue adquirir un activo hace más de 12 años basándome únicamente en la premisa de su escasez en el mercado. Actualmente es mucho más escaso de lo que lo era cuando lo adquirí y, por otras causas, tiene un precio de mercado aproximadamente un 15% inferior al precio de compra.

  6. Les recomiendo que lo vean, explica cómo eran las IPOs de aquella época y cómo se calentó el sector por la avaricia.
    Muy interesante.

  7. Personalmente me encuentro más cómodo tratando con activos que generan flujos de caja. Creo que esa cifra de criptodivisas habla bastante por sí misma, aunque algunas sobrevivan y tengan futuro. Es difícil saber si este tipo de innovaciones están para quedarse (evolucionando) o si desaparecerán completamente (lo dudo). Aun sabiendo lo que ocurrirá en términos agregados, es difícil detectar a los ganadores (muchas veces los ganadores lo son por aspectos anecdóticos).

    Para mí, que no soy un experto, son más activos reales - tecnología y energía - que divisas (se me hace extraño todavía aceptar que las “criptos” cumplan las tres funciones del dinero. Y sí, ya sabemos que en el sistema actual estas funciones son un tema de grados más que de absolutos).

    En el artículo intento señalar algunos aspectos que me resultan llamativos, pero como me podrían resultar en el 2000 con las acciones puntocom, donde también se dieron buena parte de estas ‘señales’. No lo veo como un ataque a la existencia de las criptodivisas, del mismo modo que en el año 2000 no vería como un ataque a las acciones como activo.

    Y respecto al tema de la virtualidad, creo que es un camino al que también se dirigen en mayor o menor medida las divisas oficiales.

    Un saludo

  8. Yo creo que ha tocado un punto fundamental, amigo @Ruben1985: la tecnología. Parece lógico no oponerse a la tecnología. En el caso que nos ocupa, el blockchain. Está aquí para quedarse, como se suele decir. Pero yo separaría una cosa de otra, o al menos lo intentaría. Al fin y al cabo, la tecnología es el soporte, no la “cosa en sí”; o eso pienso yo.

    Para ilustrarlo, voy a volver a mi infancia y recordar un famoso intento de introducir una pseudodivisa de risa, los “Mortadelos”.
    https://mortadelo-filemon.es/content?q=Y2F0X2lkPTQ4JmN0Z19pZD0xMTQmcG09YmxvZyZvZmZzZXQ9NA%3D%3D#.YCa32GhKiUk

    Desde 1971 tuvieron cierta circulación en España. Creo recordar que estaban limitados a transacciones entre la editorial (Bruguera) y sus jóvenes clientes. La cosa no tuvo más recorrido que el anecdótico. Pero no creo que nadie se pudiera plantear entonces su introducción como moneda de uso general. Aunque la editorial se comprometiera a no emitir por encima de cierto límite. En el fondo, sin ser exactamente lo mismo, el tema que nos ocupa tiene bastantes similitudes con el antiguo. Que la tecnología no suponga un velo que nos impida ver el fondo de la cuestión.

    Saludos cordiales.

  9. Creo que a veces se nos va un poco la olla. Si en lugar de perder el tiempo (en mi opinión) con criptodivisas, con “perspectivas de los mercados para la próxima semana”, o bien con “soportes y resistencias”, y nos limitáramos a buscar valores infravalorados para comprarlos (o fondos que los busquen para nosotros), tendríamos más tiempo libre y ganaríamos más dinero. Pero claro, eso podría suponer un problema para algunos expertos: su experiencia dejaría de estar solicitada. Realmente, lees un periódico financiero, y gran parte es conocimiento inútil. Es decir, no es conocimiento.

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