Algunos de ustedes ya han tenido a bien leer sobre mi evolución personal como inversor en mi antiguo blog personal, pero quisiera compartir unas pinceladas en esta casa donde a partir de ahora reposaran mis desvaríos varios. No esperen obtener grandes revelaciones con esta lectura, pues no se trata mas que de una suerte de historieta o batallita personal con el fin conocernos mejor, y si acaso para que lo usen como aprendizaje por la vía negativa, esto es, para que tengan una fuente de inspiración sobre como no hacer las cosas.
Echando la vista atrás podría dividir mi recorrido como inversor hasta la fecha en varias etapas con diferencias significativas, aún sabiendo que el camino es un continuo por el que no se avanza la mayor parte del tiempo de forma lineal.
Mencionar que provengo de una familia muy humilde, y que jamás he escuchado una sola palabra de inversiones o economía en casa. En mi infancia vestí más ropa de mis primos que mía propia y llegamos a necesitar alguna ayudita de Cáritas. No se interprete esto como un intento de añadirme mérito alguno, tan sólo quisiera incidir en que no es necesario haber recibido una gran educación financiera ni contar con unos altos ingresos de partida para desarrollar el interés por el mundo empresarial, las finanzas e inversiones. Más importante resultarán tu motivación, las continuas ganas de aprender o encontrar modelos que te sirvan de referentes o de sostén en los altibajos del camino.
ÉPOCA UNIVERSITARIA
Comencé a invertir en bolsa a los 18 años uno meses después de empezar a estudiar la licenciatura en Matemáticas. Tuvo que ser algún día entre cervezas y póquer, cuando con mi compañero Ramón comenzamos a comentar el fabuloso mundo de la bolsa, donde por aquellos años ganar dinero parecía más fácil que tirar faroles en el póquer. Leyendo cuatro artículos de expansión y mirando el baile de numeritos verdes y rojos en el teletexto decidimos emular a Warren Buffett (por aquel entonces posiblemente conocería de forma muy superficial la figura de Buffett de alguna lectura en prensa económica pero mira por donde, no se me ocurrió leer su cartas anuales o indagar sobre su filosofía inversora). En definitivas cuentas, que me lancé al mar sin ningún objetivo ni plan determinado, por lo que parafraseando a Buffett, cuando unos meses después bajó la marea bajó quedó patente que nadaba desnudo.
Que bien me hubiera venido por aquel entonces leer post como el de Daniel Tello https://blogs.masdividendos.com/lo-prometido-es-deuda/2020/11/10/debes-tener-un-plan-parte-1/ o escuchar los podcast de +D o Iceberg de Valor.
Con aquellas mimbres, ¿adivinan cual fue mi primera y gloriosa compra? Que Internet era el futuro lo sabíamos por aquel entonces todos los que no éramos viejunos y qué podría resultar mejor inversión que esa ‘magnifica’ empresa llamada TERRA. Después de unos meses de fulgurante ascenso asistí perplejo a la estrepitosa caída con la explosión de la burbuja.com. Como dijera el sabio Kahlil Gibran, «La perplejidad es el comienzo del conocimiento. «
En los años venideros, podría decirse que fui un pionero de la economía colaborativa, ya que lo que ganaba por la mañana vendiendo acciones se lo devolvía por las noches a la economía local de los bares de tapas de Granada, a Heineken, a Diageo o AB Inbev.
Mi operativa en esa época era muy básica, cuando juntaba 500-600€ trabajando como camarero los fines de semana compraba lo que me decía mi intuición según lo que leía en la prensa o veía a mi alrededor y cuando sacaba un 25-30% vendía para financiarme las fotocopias, la gasolina y las salidas. En mi descargo, he de decir que la situación económica familiar no era precisamente buena , por lo que hacer caja era mas bien una necesidad que una visión cortoplacista como inversor.
Esta fue una época de muchos pequeños aciertos, pues vendía en cuanto tenia un 25-30% de ganancia en la mayoría de los casos, y pocos pero grandes errores como comprar Terra o tener valores como Inditex o Amadeus a precios de ganga y venderlas con una reducida ganancia.
En esta etapa aprendí lo que era una burbuja y empecé a intuir que cortando los beneficios y dejando correr las perdidas no estaba haciendo un gran negocio. Como alguien dijo «En la juventud aprendemos; en la vejez entendemos»
COMERME EL MUNDO
A los pocos meses de terminar la carrera comencé a trabajar como programador en Coritel, y me independicé lo que supuso aumentar mis ingresos pero casi a la par mis gastos. Durante estos años me alejé un poco de los mercados y me lancé a disfrutar de las posibilidades de una nómina al final de mes. Viajar es una de mis pasiones ( diría que mi gran pasión es el aprendizaje) y estos fueron unos años dorados en ese campo: París, Tánger, Holanda, Edimburgo, Turquía, Islas Griegas… Si bien seguía sintiendo una curiosidad innata por aprender en diversos campos, emular a los fulanos de Callejeros viajeros, las charlas de barra de bar con los amigos o los conciertos, el campo de la educación y la filosofía me atraían tanto o mas que seguir las cotizaciones en el teletexto y leer la prensa salmón.
Quizá precisamente por ese menor interés por seguir atentamente los mercados en estos años mi estilo se acercó mas al buy & hold reduciendo el número de operaciones anuales y concentrando la cartera en 5-6 valores core y 2-3 para mayor rotación.
A pesar de no cerrar ni una sola operación en perdidas en esa época, hoy veo que la selección de valores fue por decirlo suavemente manifiestamente mejorable.
En aquellos años TEF, REP, SAN y Mediaset conformaban el núcleo de mi cartera, por aquello de no querer vender en perdidas, mientras que en la parte de mayor rotación excelentes empresas como Amadeus, Inditex, Ebro Foods…y otras no tan excelentes como OHL o Fadesa desfilaron por la cartera saliendo con beneficios del 30-40% a lo sumo.
A finales de 2009, tras obtener plaza como profesor de matemáticas y después de varios años viviendo de alquiler, mi pareja y yo decidimos comprarnos una vivienda. A día de hoy sigo teniendo mis dudas de si fue una decisión acertada. Al menos compramos un piso a precio razonable, acorde a nuestras necesidades, sin necesidad de endeudarnos para su pago.
Teniendo en cuenta la formación con la que contaba por aquel entonces quizá asignar el capital a la compra de una vivienda y quedarme sin liquidez me fue mas beneficioso que haber invertido ese dinero en bolsa sin una estrategia consistente.
INTROSPECCIÓN ??( 30- …. )
No sé si fue por la crisis de los 30 (si es que existe eso ), por la del ladrillo y el sistema financiero, por lo que durante unos años me aleje en cierta medida de los mercados (en el que lamentablemente hubiera sido uno de los mejores momentos para invertir) y entré en una fase ‘espiritual’ de desarrollo personal y profesional en la que me interesé por las filosofías orientales, la psicología y los grandes clásicos en general. Jose Luis Sampedro, las lecturas de lamas budistas y filosofía Zen, Séneca, Marco Aurelio, Víctor Frankl, Tolstoi, Michel De Montaigne…fueron algunos de mis compañeros de camino en aquella época.
Tampoco disponía de mucha liquidez tras la comprar del piso por lo que en los siguientes años apenas si realicé un par de operaciones anuales y de importes relativamente pequeños.
No fueron sin embargo años infructuosos ya que los modelos mentales adquiridos durante ese tiempo me han resultado de gran ayuda, tanto a nivel personal como profesional e inversor en los años venideros.
Entre 2014 y 2015 se producen dos de los acontecimientos que a buen seguro marcarán mi vida futura, el nacimiento de mi hijo y la llegada por casualidad al interesante foro sobre libertad financiera Buscando la libertad (actualmente eliminado). En dicho foro, leí por primera vez los términos de independencia financiera o value investing, conocí a Benjamin Ghaham y ví mis primeras conferencias anuales de Bestinver. El encuentro con la inversión en valor fue todo un descubrimiento para mí, un encaje de piezas, como encontrar a alguien con quien pasados diez minutos te sientes como con tus amigos de toda la vida.
Inicié entonces una senda de aprendizaje de la mano de Benjamin Graham, Paramés, Peter Lynch, Charlie Munger, Warren Buffett, Greenblatt, , Seth Klarman, Philip Fisher, Pat Dorsey, Robert Vinall, Michael Maubousssin, Nassim Taleb, Daniel Kahneman… y a través de blogs y foros como Finanzasmanía, Cazadividendos, Mucho invertir, El farmacéutico activo, Mas Dividendos… que se asemejaban a mi filosofía de inversión naciente y revivieron aún si cabe con mayor pasión mi interés por el mundo empresarial y de la inversión en general.
Podría considerarse 2015 como el inicio de una nueva etapa inversora (aunque conservaba una pequeña cartera en ING con mis remanentes del pasado TEF, REP y SAN y contaba con los aprendizajes de los años anteriores) con la apertura de una cuenta en un bróker con bajos costes operativos y acceso a mercados internacionales.
En próximos post seguiré relatando mi evolución como inversor hasta llegar a mi filosofía y proceso de inversión actual. Resultado de esta evolución es la composición actual de mi “holding cotizado” (Jvas ©) en el que, además de algunas cicatrices de épocas anteriores, se combinan fondos de gestión activa y pasiva con una cartera de acciones que trato de gestionar con visión a largo plazo y mentalidad “de propietario”, por muy manida que pueda sonar la expresión a estas alturas.
Muy interesante y muchas gracias por compartir tus inversiones para que todos podamos ir aprendiendo un poquito.
Siempre he sentido fascinación por la gente hecha a si misma. Me resulta medianamente fácil reconocerlos, pues son personas que rezuman autenticidad.
Casi siempre, el trasfondo en que se desarrollan viene de un aspecto que visto desde fuera se puede interpretar como negativo (nacer en una familia con dificultades para llegar a fin de mes, tener algún problema de salud desde niño etc…) . Para muchos, esa condición inicial de salir desde muy atrás en la parrilla de salida vital, les hace imposible poder remontar. No hay culpa alguna, pues las cartas fueron las que fueron y lo normal es que otros ganen la carrera, por lo que nada malo hay para quien termina la carrera el último, habiendo salido el último. Sin embargo, hay otros que pese a salir de muy atrás, son capaces de no renunciar y dar el doble de si para avanzar e ir ganando posiciones.
Los nacidos en este grupo tienen que esforzarse mucho más y crean un marco mental y una fortaleza, que cuando florece los convierte en gente excepcional. Para mi usted está en ese grupo. Siempre lo he pensado, @JoseCasas .
Qué inmenso honor que nos acompañe,
Hola Jose, un placer leer tu historia y tu evolución. Aunque en la parte de fondos yo soy mucho más minimalista y propenso a la indexación mayoritariamente, me ha encantado tu cartera de acciones, llevas Stryker que a mí me encanta, y que nunca encuentro el momento bueno de entrada o siempre me pilla sin liquidez.
Todos hemos cometido errores como TEF, SAN, pero esos mismos errores nos han llevado a ser lo que somos actualmente como inversores. Seguiré tu evolución y movimientos.
Un saludo
Buenas tardes,
Con ganas de que siga contandonos mas .
Un saludo.
Muchas gracias por relatarnos sus vivencias y sus reflexiones acerca de ellas.
La humildad y la utilización racional de los recursos, o de la falta de ellos, son tal vez dos de los conocimientos más importantes sobre economía o inversión, que uno debe de entender.
Creo que Terra en particular y la inversión en empresas de Telecomunicacions o de la nueva economía marco una importante generación de posibles inversores que asistieron a ello. De la misma forma, para poner algo más reciente, que lo immobiliario y el crédito fácil marco a muchos de los que lo vivieron atentamente o como implicados en los años anteriores a 2008.
Lo importante aquí es que algunos sacaron como conclusión que eso de la renta variable era como un casino del que era mejor mantenerse alejado, mientras otros más bien concluímos que es nuestro comportamiento el que en todo caso se puede empeñar en convertir la inversión en renta variable en un casino.
Escucho hablar de apalancarse, de acelerar el proceso, de destinar algo de % a apuestas más especulativas, y se me encienden las luces rojas sobre las ganas de algunos precisamente de convertir la inversión en renta variable en algo más parecido a las sensaciones que tiene uno en un casino mientras va ganando.
Es complicado que la inversión sensata en renta variable consigan proporcionar sensaciones de ese tipo y, por ello, la tentación de alejarse de ciertos comportamientos más prudentes para derivar en otros de satisfacción mucho mayor y mucho más rápida, suele aparecer de vez en cuando para precisamente hacernos comportar como lo haríamos en un casino.
Esa época constituye además un excelente ejemplo sobre la debilidad de ciertas argumentaciones que se suelen repetir cuando uno está haciendo tonterías pero los resultados en cambio parecen sugerir lo contrario. Que una empresa como Terra que salió a cotizar a 15 euros llegara a más de 160 en poco tiempo para luego caer bastante por debajo de esos 15 euros, es una muestra de que el comportamiento del mercado a corto plazo, puede ser casi cualquiera. Yo no lo tildaría de locura, más bien que uno ha perdido de vista ciertos fundamentos de actuación racional para lanzarse a los brazos de un supuesto beneficio astronómico que obviamente tiene unas probabilidades bajísimas de convertirse en realidad.
A veces nos cuesta ver que las circunstancias de las personas puede ser tan diversa que igual lo que pensamos que es una actuación errónea en realidad tiene mucho más sentido en otras situaciones. Lo que falla es que partimos de una premisa que igual no es tal.
Nada como un baño de realidad que en los tiempos actuales es relativamente fácil en según que medios como este, para darse cuenta que donde uno veía una posibilidad y creía que lo demás eran errores, en realidad suelen haber opciones distintas , que igual uno puede preferir adoptar en otro estado de la situación.
Es complicado analizar decisiones pasadas en base a como uno ve la realidad hoy y no en base a como la veía aquel entonces.
A veces uno minimiza errores que podía haber cometido o no se da cuenta hasta que punto habría sido capaz de manejar determinadas situaciones.
Aunque el caso americano tiene diferencias notables, no hay que olvidar que Peter Lynch, por ejemplo sugiere dejar la inversión en renta variable para cuando uno ya tenga vivienda. Eso de empezar a invertir cuanto antes, aunque el argumento del interés compuesto es de una magnitud tremenda, olvida que lanzarse a algo para lo que uno está en exceso poco preparado, puede convertirse en una experiencia traumática que no todo el mundo consigue luego encauzar correctamente. Al caso Terra me remito.
Creo que hay que aprender a dar por buenas aquellas decisiones pasadas que aunque mejorables han terminado teniendo una influencia positiva.
A veces tengo la sensación que el centrar en exceso los esfuerzos de uno en prosperar económicamente nos hace olvidar el aspecto de prosperar a nivel personal en otros aspectos. No proque sean contrapuestos, sinó porque a veces lo complicado es establecer un equilibrio entre ellos.
Parece que en su caso el desarrollo en otros aspectos personales que no eran puramente económicos junto a la llegada de un cambio de prioridades , como lo son los hijos, fueron los que le hicieron centrar su visión de como desarrollarse económicamente en toda su magnitud centrándose precisamente en el proceso como comenta al final.
Creo que cuando uno llega al final de todo este proceso y de las etapas y situaciones que a uno le ha tocado vivir, el término manido sobra porque precisamente esto es lo complicado, interiorizar ciertas ideas, que luego es fácil lanzar por la borda cuando se presenten las situaciones propicias para ello.
Es lo que significan para nosotros lo importante de según que términos, las vivencias y reflexiones que los acompañan, no el significado neutro que le pueda dar según quien.
A ver si me pongo a leer la segunda parte. Saludos
Le agradezco enormemente el tiempo que se ha tomado en responderme. Con toda sinceridad le digo que es usted una de las personas que mas me ha llevado a reflexionar en los últimos tiempos. Admiro su capacidad de pensar independientemente y su enorme capacidad analítica. Trataré de seguir aprendiendo de todos ustedes para devolver algo de lo que recibo a la comunidad. Un abrazo
Gracias por sus palabras @jvas, de todo corazón le digo que me han emocionado. Los estoicos sitúan a la amistad entre sus “indiferentes preferidos”, y aunque uno trata torpemente de ser un buen estoico ya le digo que aún no consigo que la amistad me sea “indiferente” y menos aún la suya a quien situó entre mis “favoritos”. Un fuerte abrazo amigo